Página 1 de 22 Introducción
Niño de la Guerra Civil, adolescente de la ingrata posguerra, y en mi
juventud metido en una nefasta guerra, como fue la de Ifni-Sahara, de la
que salí vivo, pero con una juventud dañada y un subconsciente repleto
de imágenes y vivencias, que por mucho que el tiempo quiera hacer
olvidar, afloran en tropel cuando les place.
Recuerdos que, unos más que otros, saben guardar, y que, algunos mejor
que otros, saben donde estuvieron. Pero pocos, muy pocos, se han
preguntado el porqué y el cómo fue posible el haber estado inmersos en
una guerra tan absurda.
Preguntas de no fácil respuesta, que me quedaron aparcadas durante 50 años, la mayor parte de ellos pasados en el extranjero.
Tiradores de Ifni durante el conflicto.
Es por la historia, y no por mis vivencias en una mili salpicada de sangre, por la que tengo interés. La respuesta del porqué está en la historia de aquella guerra, llena de fechas y personajes, por lo que, sin hacer ninguna tesis doctoral y solo aplicando el sentido común, se puede uno acercar a la verdad, aunque no sea la verdad absoluta.
La lectura de un sinnúmero de artículos, pequeñas tesis doctorales, me han hecho comprender que son las fuentes donde se puede beber algo de verdad, y no en la lectura de libros tardíos, de escritores tardíos y un tanto oportunistas, que contaminan la poca veracidad del porqué de aquella maldita guerra. Cuando no, son periodistas que desconociendo los hechos básicos, confunden el Sahara con Ifni o escriben sobre la guerra de Sidi Ifni. Es posible que no pocos puedan pensar que me llena el protagonismo, al contario, siempre me he considerado un Quijote “desfacedor de entuertos” en lucha permanente con los gigantes que no ceso de encontrar en el camino, pero que mi amor por la verdad, mi Dulcinea, me hace tener cierta ilusión porque un día se sepa esa verdad oculta de aquel Ifni-Sahara. Aún sin escudero lograré poner mi granito de arena, que no es otra mi intención.
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