Fuente: El Faro de Ceuta
Es de justicia resaltar los valores y la humanidad de dos magníficos
soldados, el general comandante general de Ceuta, Marcos Llago Navarro, y
el segundo jefe general Fernando Rocha y Castilla, así como a una gran
mujer, María Belén, encargada de la copistería Copicolor.
En algunas ocasiones los antimilitaristas y retrógrados ven a estos
soldados como si fueran enemigos de la sociedad, algo propio de la
ignorancia y el desconocimiento. Yo puedo dar fe, y creo que mi hijo lo
aprendió de mi, ya que, en una comida homenaje a él, Francisco Javier,
guardia civil de Tráfico y graduado en Derecho, ante el teniente
coronel-jefe del X Sector de Tráfico, oficiales, suboficiales y
guardias, con un total de treinta y dos componentes dijo esto: “a los
jefes hay que mostrarles respeto, lealtad y subordinación, pero nunca
sumisión”.
![Juan Osorio, presidente de la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas, Belén León con el tarbush impuesto por Osorio, el autor de este artículo y Antonillo Fernández. Juan Osorio, presidente de la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas, Belén León con el tarbush impuesto por Osorio, el autor de este artículo y Antonillo Fernández.](images/stories/articulos/el-faro-de-ceuta-30-6-2024-juan-osorio.jpg)
Juan Osorio, presidente de la Hermandad de
Veteranos de las Fuerzas Armadas, Belén León con el tarbush impuesto por
Osorio, el autor de este artículo y Antonillo Fernández.
Mis bravos legionarios
El general Marcos Llago es un
gran soldado y sobre todo un auténtico legionario que lo vive las 24
horas del día, y cumple a la perfección lo que el que fue ministro del
Ejército Francisco Coloma Gallegos le expresó en una entrevista a la
periodista María Mérida: “pasaron los tiempos que se mandaba por las
estrellas, hoy es por el prestigio”. Él vive siempre con su querida
Legión, esa que tan magistralmente leí en un libro: “caminante detente,
ésta es La Legión la que recoge la escoria de la sociedad y devuelve
hombres”.
He conocido infinidad de militares, entre ellos a
algunos generales y puedo dar fe de su caballerosidad. Guardo un grato
recuerdo de uno de ellos, que ocurrió cuando regresaba de examinarme
para cabo siendo guardia civil de Tráfico.
En una librería
del Aeropuerto de Barajas vi un libro cuyo título era La Legión desnuda.
En el trayecto de Madrid a Tenerife me lo leí casi por completo. El
autor era Antonio Maciá Serrano y no daba más datos. Intuí que debía ser
militar, y a gracias a un comandante de Estado Mayor de la Capitanía
General de Canarias averiguó si era militar.
Pocos días
después me dijo que efectivamente era coronel y mandaba el Regimiento de
Infantería Guadalajara 20 en Valencia. Le envié el libro para que me lo
dedicara y me contestó con una cariñosa carta donde me comentaba que se
había emocionado al encontrarse con un lector tan amable desde tan
lejos. Meses después leí en el ABC su ascenso a general, nombrándole
general-subinspector de La Legión. Tras esto, mantuve varios años una
sincera amistad, y en una visita a los Tercios Saharianos hizo escala en
Tenerife varios días, y le acompañé a la Catedral de San Cristóbal de
La Laguna.
Cuando salimos me dijo que quería conocer a mi
esposa, y con el coche oficial vino a mi domicilio, un piso en una
barriada. Este es lo que puede denominarse un gran soldado.
El
general Marcos Llago es una estampa viva de un gran soldado. En lo que
se refiere a los soldados veteranos de Ifni nos atiende con mucho cariño
cualquier petición, con revistas de Regulares o cualquier recuerdo.
![Marcos Llago Navarro, siendo coronel-jefe del II Tercio Duque de Alba, donde compartió con sus queridos legionarios días muy felices. Marcos Llago Navarro, siendo coronel-jefe del II Tercio Duque de Alba, donde compartió con sus queridos legionarios días muy felices.](images/stories/articulos/el-faro-de-ceuta-30-6-2024-marcos-yago-navarro.jpg)
Marcos Llago Navarro, siendo coronel-jefe del II Tercio Duque de Alba,
donde compartió con sus queridos legionarios días muy felices.
Sepa mi general que aquellos soldados de Reemplazo en la Campaña de
Ifni, sin apenas preparación en las operaciones militares en Ifni se
comportaron como verdaderos héroes. Lo dijo un capitán de La Legión
viendo el desarrollo de un combate: “ya quisiera tener yo a mis órdenes a
estos soldados que nada tienen que envidiar a los legionarios”.
Aún
mas el fallecido coronel capellán Pablo Cabrera Arias, que estuvo de
teniente capellán en la Brigada Paracaidista me comentó: “vi en muchos
combates a los soldados de Reemplazo, y puedo afirmar que se comportaban
como unos auténticos héroes, y eso sin apenas instrucciones para los
combates”.
Un buen general y una gran mujer
Los
soldados veteranos de Ifni estamos en deuda de gratitud con el general
Fernando Rocha y Castilla por sus múltiples atenciones, y debe saber el
general Rocha que estos soldados cuando reciben cualquier recuerdo de
las Fuerzas Armadas por sus mejillas resbalan algunas lágrimas que les
traen recuerdos de más de medio siglo en los combates de Ifni.
Tanto
Fernando Rocha y Castilla, como el general Marcos Llago Navarro son dos
soldados de este siglo XXI. Predican con el ejemplo, y puedo dar fe
porque lo he visto como cuando el general Marcos Llago Navarro al
terminar un acto militar se acerca y se rodea de sus legionarios.
Hay
que tener en cuenta que el general Marcos Llago Navarro estuvo al mando
del Tercio Duque de Alba siendo coronel, y en las imágenes que yo he
visto se le ve feliz rodeados de sus bravos legionarios como así los
llamaba su fundador el general José Millán-Astray.
El general
Fernando Rocha lleva en su corazón a los fieles regulares como así lo
expresaba el teniente general Mariano Gómez-Zamalloa, que al mando de
sus regulares tenía en su cuerpo diecinueve heridas de guerra y siempre
afirmaba: “yo me siento muy feliz cuando estoy rodado de mis fieles
regulares”.
El general Rocha siente lo mismo, espejo como
el general Marcos Llago de los grandes soldados. En una parada militar
vi al finalizar que el general Fernando Rocha se bajó de la tribuna y
saludó uno por uno a los jefes, oficiales, suboficiales y hasta los
cabos banderines.
![General Fernando Rocha y Castilla, segundo-jefe de la Comandancia General de Ceuta, que llevaba en su corazón el lema 'mis fieles regulares'. General Fernando Rocha y Castilla, segundo-jefe de la Comandancia General de Ceuta, que llevaba en su corazón el lema 'mis fieles regulares'.](images/stories/articulos/el-faro-de-ceuta-30-6-2024-fernando-rocha-castilla.jpg)
General Fernando Rocha y Castilla, segundo-jefe de la Comandancia
General de Ceuta, que llevaba en su corazón el lema 'mis fieles
regulares'.
Me gustaría destacar a una gran mujer, María Belén León Trujillo, la
encargada de la copistería Copicolor. Durante mas de 20 años por sus
manos han pasado y pasan millares de fotocopias de los artículos de la
Guerra de Ifni, pero ella no solo hace su trabajo, sino que lo hace bien
hecho y con mucho cariño.
Conviene destacar que María Belén
es oriunda de la Isla de La Gomera, porque conozco a la perfección las
siete Islas Canarias y La Gomera es una tierra de personas humiles,
laboriosas y que ha dado grandes personajes de la cultura como Pedro
García Cabrera, Luis Mes, doctor en Medicina por la Universidad de
Navarra, el general-médico victoriano en la milicia Darias Montesinos,
el capitán-piloto Ricardo Bartolomé Chavarría, desaparecido en acción de
guerra en el frente ruso, o el soldado de Tiradores de Ifni José Rubio
Plasencia, defensor del puesto de Tabelcut que cayó prisionero de
Marruecos y sufrió un cautiverio de año y medio, y hoy en día sus restos
descansan en su pueblo natal Playa de Santiago (La Gomera).
En
el sencillo acto en la Hermandad de Veteranos de la Fuerzas Armadas y
de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, el acto más emotivo se
dio cuando Belén le entregó un expediente, el cual ella misma encuadernó
donde se reflejaba el atentado terrorista del Frente Polisario en El
Aaiún, el cual causó la muerte al niño Esteban de 13 años, a su sobrino
Antonillo Fernández Pérez, soldado de la Policía Territorial del Sáhara.
Antonillo
se trasladó a Los Llanos de Aridane (La Palma), y le entregó a su
hermana Hilda madre del niño Esteban dicho expediente, la cual
prorrumpió al verlo en sollozos y muchas lagrimas. Hay que hacer constar
que el niño Esteban, trasladado al cementerio de El Aaiún, lo pudieron
reconocer su padre y el propio Antonillo por la hebilla del cinturón,
puesto que los restos estaban irreconocibles.
La célebre cita
del poeta L. Scheffer refleja la grandeza de esa madre Hilda: “tan solo
hay una cosa en este mundo que sea más hermosa y mejor que la mujer: la
madre”.
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