Fuente: El Faro de Ceuta
El Estado Mayor de las Fuerzas Militares de Ifni, una vez finalizadas
las operaciones en junio de 1958, dictó una orden de operaciones con el
nombre de Cerrojo, la cual delimitaba en un margen de unos 10 km el
perímetro de defensa de Ifni, cubiertos por los distintos batallones, en
este caso el Batallón Tetuán 14.
Mi buen amigo y compañero
Timoteo Morte Navarro me narró sus recuerdos de la estancia de su
batallón en Ifni durante algo más de un año. Quien fue cabo 1º de dicho
batallón, Jesús Abellán Segovia, dejó escrito una autentica verdad que
así dice: “si hay pueblos que son poco agradecidos con sus hijos que
todo lo dieron por el bien de sus compatriotas hasta su propia vida,
creo que uno de ellos es sin duda el pueblo español”. A estas palabras
poco más se puede añadir.
Timoteo Morte Navarro con varios compañeros en una posición de Ifni.
Del Alto Mijares a Ifni
Soldado del Batallón Tetuán 14, Timoteo Morte Navarro.
El protagonista de este artículo, Timoteo Morte Navarro (ya
fallecido), nació en Puebla de Arenoso (Castellón), donde el Río Mijares
que nace a pocos kilómetros, en la provincia de Teruel, baña esta
localidad y facilita el riego a sus magníficas huertas. Un pueblo digno
de admirar por sus frondosos bosques de pinos y por las excepcionales
frutas y verduras que dan dichas huertas, y a su vez, es un bello pueblo
con sus calles limpias y muy bien conservadas, con una iglesia que es
de una belleza digna de admirar y que sus vecinos cuidan y le dan
esplendor, honrando a sus antecesores que derramaron sudor y alguna
lágrima.
En 1958 Timoteo Morte Navarro era un joven al que le
correspondió prestar sus servicios a la Patria en el Regimiento de
Infantería Tetuán 14 de guarnición en Castellón. Fue en junio de 1958
cuando el Estado Mayor Central dictó una orden para enviar a Ifni un
batallón de dicho regimiento con el fin de relevar a otros batallones
que con anterioridad habían participado en las operaciones contra las
Bandas Rebeldes del Ejército de Liberación Marroquí. Estos eran los
batallones Soria 9, de guarnición en Sevilla, Cádiz 41 de Cádiz, y Pavía
19 de San Roque (Cádiz). Estos batallones tuvieron un heroico
comportamiento y tuvieron muchos heridos y muertos.
A aquellos
800 componentes del Batallón Tetuán 14 en mayo de 1958 se les instruía
en unos ejercicios que eran misiones de guerra. La mayor parte ignoraban
a cuenta de que tanto ejercicio de combate, pero pronto iban a saberlo,
ya que vivirían estas misiones de guerra.
Era junio de 1958
cuando un día formaron el batallón provisionándoles de pertrechos de
guerra, saliendo hacia el Puerto de Valencia, y allí embarcaban en el
buque Monte Amboto. Todos lo intuían, pero nadie sabía a ciencia cierta
el destino. Ya en alta mar fueron conocedores que el destino iba a ser
Sidi Ifni.
Una vez en Ifni comprobaron con sus propios ojos
que aquello era una zona de guerra, con esporádicos disparos y alguna
explosión de las minas, la mayor parte de los chacales y jabalíes en
busca de comida.
Once meses en las posiciones del soldado Timoteo Morte Navarro
El soldado Timoteo Morte Navarro, ya fallecido, me facilitó las
memorias sobre lo que él vivió en las trincheras de Ifni en los más de
once meses, y así lo narra: “yo pertenecía a la 2ª Compañía del Batallón
Tetuán 14, a cuyo mando estaba el comandante Jesús Arpón Martínez, y mi
capitán Rolando Camacho Bautista. Una vez que llegamos a Ifni nos
aposentaron en tiendas de campaña cerca del aeródromo y de aquí, poco
tiempo después, a las posiciones a relevar a La Legión. Hay una anécdota
del entonces cabo Manuel Garnes Garnes que cuando iban subiendo a
relevar a La Legión, un legionario gritó si había alguien de Segorbe
(Castellón) y Manuel Garnes gritó que él. El legionario, que era de
dicha ciudad, llorando se abrazó al cabo y le dijo que tuviese mucho
cuidado, que el enemigo cuando tira, tira a matar.
Un círculo señala a Timoteo Morte agachado. Arriba, otro círculo
señala al diputado de CIU en el Congreso,
José Maldonado junto al
autor de este artículo en un encuentro de veteranos de Ifni en Jérica,
Castellón.
En las
trincheras recuerda Timoteo que la calma era entre comillas, porque de
vez en cuando se veían las ráfagas de ametralladora y algún mortero,
aunque las explosiones durante la noche las causaban los jabalíes y los
chacales que se introducían entre las alambradas que protegían las
minas. Estas explosiones finalizaban con una lluvia de disparos, porque
no se sabía si realmente era el enemigo, aunque finalmente fuesen estos
animales que eran muy bienvenidos porque se aprovechaban sus carnes para
el alimento de la tropa.
El Batallón Tetuán 14 estuvo
desplegado en las posiciones frente al enemigo en Sidi Mohamed Ben Daud,
la Universidad o Huerta Madame. En todas estas posiciones estos
soldados demostraron un comportamiento ejemplar, como así lo recordaba
un capitán de La Legión, cuando al ver a estos soldados en las
posiciones afirmó: “ya quisiera yo tener a mis órdenes a estos soldados
del Batallón Tetuán que nada tienen que envidiar a los legionarios”.
En
los once meses que estuvo el batallón en Ifni, solo tuvieron que
lamentar heridos, el teniente, un cabo 1º y los soldados Ángel Estrada,
José Pardo y Vicente Martínez.
Timoteo recuerda que en las
navidades de 1958 la Diputación de Castellón le envió a cada soldado un
paquete que contenía una botella de vino, turrones, papel, un bolígrafo y
una estampa de la patrona de Castellón, Nuestra Señora de Lidón. Por
dicho motivo las otras unidades despegadas en Ifni decían que eran el
Batallón de los Millonarios.
El 24 de junio de 1959 un largo
convoy de varios vagones hacía su entrada en Castellón de madrugada,
donde un impresionante gentío de madres, hermanas, novias y otros
familiares abarrotaban la estación y las vías donde se fundían en besos y
abrazos con los valientes soldados del Batallón Tetuán 14 entre un baño
de lágrimas en una escena imposible de narrar, y más contando con la
satisfacción del general-gobernador de Ifni que les felicitaba por su
ejemplar comportamiento. Gran razón la de mi amigo y compañero Jesús
Abellán Segovia cuando afirma que: “los soldados no lloran de noche,
también derraman lágrimas en las trincheras”.
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