Fuente: El Faro de Ceuta
Hace ahora aproximadamente veinticinco años vine a encontrarme en
Puerto de la Cruz (Tenerife) a quien fue mi teniente en 1958 en el
Batallón de Infantería del Ministerio del Ejército, Joaquín Caridad
Arias. Sigue siendo el mismo, un auténtico caballero, campechano, humano
y sobre todo muy culto como lo avala sus carreras universitarias.
Los
compañeros de dicho batallón coincidíamos todos que aquel joven
teniente era una copia de los galanes de las películas, como Gary
Cooper, acreditado por su compostura y su físico.
Oficiales españoles y estadounidenses.
Con una excepcional cultura
Joaquín Caridad Arias nació en Lugo, esa tierra donde sus habitantes
son excesivamente trabajadores, inteligentes y amantes de su tierra,
además de ser cuna de hombres celebres como Pastor Díaz, Casares y
Rodrigo o Manuel Becerra entre otros. Curiosamente su padre, de
ideología republicana, no fue obstáculo para que Arias ingresase en la
Academia General Militares en la VI promoción del Arma de infantería.
Es
doctor en Filología Moderna, en germanística, diplomado en inglés,
alemán, francés y ruso, catedrático en estudios árabe, bereber, vasco,
lenguas célticas, y especialista en criptografía.
Es autor de varios libros relacionados con Galicia, además de obras
usando xilografía y ha expuesto obras murales en España, Alemania,
Holanda, Suecia y EE. UU. También es profesor de Educación Física,
habiendo participado en pruebas de piragüismo como el descenso del Sella
(tres veces), del Ulla, del Miño y el de Ares, además de en las Lagunas
de Ruidera, Puebla de Sanabria o del Rin. También ha sido subcampeón de
España de pentalón moderno, además de hacer equitación, esgrima y tiro.
Además, fue preseleccionado para los Juegos Olímpicos de Roma.
Tropas paracaidistas en combate.
En la 8ª Compañía de la II Bandera Paracaidista
El
entonces teniente Joaquín Caridad Arias fue comisionado para asistir en
Wiesbaden (Alemania) por el Ministerio del Ejército, y posteriormente
en una división acorazada de infantería en Fort Benning (Georgia, EE.
UU.) para realizar un curso de infantería, donde como compañero de
camareta tuvo a un gran amigo y compañero, John Galvin, que llegó a ser
comandante-jefe de la (OTAN). Era tal el gran aprecio que tenía este
compañero americano que, siendo jefe de la OTAN, por varios veranos se
trasladaba desde Francia en una autocaravana con su familia a Lugo para
reunirse con su amigo y compañero Joaquín Caridad Arias, que solo era
capitán, mientras que su amigo y compañero era teniente general.
Según
el diario de operaciones de la II Bandera Paracaidista, el 27 de
noviembre de 1957, la 8ª Compañía, al mando del entonces capitán
Alejandro Román Páez, con los tenientes Jose Frías O'Valle, Joaquín
Caridad Arias (al mando de la 1ª Sección), Tomás Ximénez de Embún, y
José Suevos Orduña, emprende viaje a Ifni. Esta recibe su primer
bautismo de fuego cumpliendo la orden de proteger un convoy, pero con
anterioridad en el combate contra el enemigo le produjo seis muertos
enemigos. En la protección del convoy aquello parecía una marcha
fúnebre, compuesta de heridos y muertos, donde constantemente sufrían
ataques del enemigo que lograban acallar cuando llegaban a la carretera
de Ifni a Tiugsa.
Joaquín Caridad Arias
El entonces teniente Joaquín Caridad Arias, al mando de la 1ª
Sección, marcha en primera posición, donde por el desfavorable momento
que tuvo que sufrir por la virulencia del enemigo resultaron muertos los
caballeros legionarios paracaidistas Manuel Albacete Mate, Pablo
Cutrona Sardinero, Rafael Rodríguez Madao, además del cabo Jose Rodán
Martin. Además, también resultaron heridos los caballeros legionarios
paracaidistas Abdón Clemente Gallego, José María Jiménez Morales,
Domingo Morfa Vidaurreta, José Urbano Aragón, Ramón Vilariño García,
Diego Zambrano Zambrano, Andrés Jiménez Gutiérrez, Antonio Arranz Calvo y
José Barrios Legarde, además del Cabo 1º Fernando Clemente Crespo,
Caballero Legionario Paracaidista
El 31 de enero de 1958 la 8ª
Compañía se despliega con otras unidades sobre las bases para atacar al
enemigo, en cuya operación resulta herido el caballero legionario
paracaidista José Morales Medina. Todo lo anterior es copia del diario
de operaciones de la II Bandera hasta mayo de 1958, donde la 8ª Compañía
estuvo destacada en protección de los puestos asignados por el mando.
El
hoy coronel Joaquín Caridad Arias puede lucir sobre su pecho el título
de paracaidista de España, de EE. UU. y el curso de infantería acorazada
de EE. UU.
Aquí en la figura de este ilustre soldado es fiel
reflejo aquella célebre cita: “la pluma no embota las armas. A buen
seguro que Joaquín Caridad Arias tiene en su mente la célebre cita de un
legendario soldado español, brillante en las letras, que así dice: “ya
que la guerra no da muchas riquezas, suele dar mucho valor y fama”,
Miguel de Cervantes.
La 8ª Compañía de la II Bandera
Paracaidista fue una de las más castigadas en bajas, de heridos y
muertos. Muchos jefes, como el general José Colldefors (recientemente
fallecido), tuvo que tragarse muchas lágrimas de ver caer a sus queridos
paracaidistas, cuyo lema lo cumplieron con creces: “¡triunfar o
morir!”.
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